Habitación de pesadilla

Nada más despertar, notó que algo iba mal, en vez de notar el mullido colchón de su cama notaba una superficie fría, húmeda y dura. Todo el lugar olía a tierra mojada y a podredumbre.

Palpó a tientas por las paredes en busca de un interruptor, mas no halló ninguno. Sin embargo, se topó con una puerta, pero por mucho que lo intentó, no pudo abrirla de ningún modo. Estaba encerrado en aquel lugar,no sabía muy bien qué podía ser. ¿Quizás una especie de sótano? ¿Qué hacía allí?

Inmediatamente su mente se puso a maquinar, estuvo largo rato valorando las más absurdas y locas teorías hasta que llegó a la única posibilidad lógica, mas no por ello menos terrible o perturbadora.
Alguien le había encerrado. Pero por más que lo intentara no recordaba nada de aquello.
No tenía ni idea de quién era el responsable, cómo le había conducido a ese lugar o por qué lo había hecho.

En aquel momento, algo cambió, un leve resplandor, se coló por algún resquicio de la puerta iluminando apenas la estancia, como un leve rayo de luz en la más absoluta oscuridad, así pues, había alguien ahí fuera, no estaba solo, sin duda, se trataba de su captor, pensó horrorizado. ¿Quién más podría ser si no?

Agudizó el oído por ver si algún sonido le permitía resolver alguna de aquellas dudas terribles.
Al principio no escuchó nada en absoluto. Mas entonces, primero como un susurro, luego cada vez con más fuerza como acercándose, le llegó el eco de aquella risa, esa risa maldita que durante tanto tiempo había alimentado sus más terribles pesadillas. Y comprendió que no iba a salir vivo de aquella habitación.

Comentarios

  1. Buen relato Mario, Aunque has optado por no responder a casi ninguna de las preguntas posibles, 😉 las has dejado en el aire y has creado el ambiente idóneo de terror e intriga. 😊👍🏼
    Un Abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La risa del rey

La bailarina de sueños

Un incendio psicodélico